La lavanda es una bella planta de flores lila, de gran aroma, que dispone de grandes propiedades terapéuticas que nos benefician.
Su amplia gama de beneficios nos ayudan a aliviar la ansiedad o el estrés, la depresión, los problemas digestivos, las picaduras de insectos, el insomnio, los dolores reumáticos, las heridas o quemaduras regenerando nuestras células.
Sus propiedades antioxidantes la hacen útil para combatir problemas de la piel como el acné y aporta beneficios a la salud de nuestra piel.
Esta planta es la base de muchos medicamentos o productos que contribuyen al bienestar de la población. Posee propiedades antiinflamatorias, es cicatrizante y antiséptico, por lo que es útil para evitar ampollas tras una quemadura o evitar infecciones en heridas.
Sirve para dormir gracias a sus propiedades relajantes, ansiolíticos y sedantes. Es un gran analgésico natural, tiene propiedades astringentes por su aporte en tanino, es antivírica y antibacteriana.
También es un excelente repelente de polillas y mosquitos que tienen a alojarse en los armarios y la ropa cuando está guardada por mucho tiempo.
Modo de uso:
Pon los saquitos de lavanda al interior de la maleta, el armario o las bolsas donde guardas la ropa de una temporada a otra. Así conservarás un aroma agradable y evitarás la presencia de insectos que puedan alojarse en estos espacios.